
Es apasionante biológicamente que el piojo es diferente en población norteamericana y africana, porque varía las garras en la cabeza para adaptarse a ambos cabellos, uno liso y otro rizado.

Es apasionante biológicamente que el piojo es diferente en población norteamericana y africana, porque varía las garras en la cabeza para adaptarse a ambos cabellos, uno liso y otro rizado.
http://d14aafm5ckv3lj.cloudfront.net/n148/relato2.pdf
La residencia y la calle. Roberto Sánchez. from Hernan Martin Photography on Vimeo.
La otra gallina era de color blanco. `

http://www.actasanitaria.com/fileset/doc_65842_FICHERO_NOTICIA_61247.pdf
Y gracias a:
Sergio Minué: http://gerentedemediado.blogspot.com/2011/07/carta-de-un-residente.html
Médico crítico: http://medicocritico.blogspot.com/2011/07/el-reprimido-si-tiene-quien-le-escuche.html
Mercè López: http://mercelop.blogspot.com/2011/07/relato-de-una-represion-sanitaria.html
Eduardo Calvo: http://untutoreneldesvan.blogspot.com/2011/07/puedo-confiar-en-este-medico-aqui-no.html
Desde Abril trabajaba en turno de tarde en el Corte Inglés. Empezó muy entusiasmado en esa franja. La gente que trabaja por la tarde siempre dice que está muy bien el horario, porque por las mañanas puedes ir al banco y hacer papeles, aunque él no tenía ni hipoteca ni nada.
Ella entraba siempre por la esquina con Tetuán, subía las escaleras mecánicas y aguantaba desafiante las miradas de las dependientas de la sección de ropa interior a la cresta naranja y a las medias rotas. Luego se desviaba un poco y enfilaba la sección de maletas hasta alcanzar los baños.
Él siempre había querido viajar, por eso no dudó en desear que le mandaran a la sección de maletas, aunque nunca iba a ningún lado.
A ella se le llenaba la boca cuando hablaba de los proyectos de ir a, pero nunca había salido de la Comunidad Económica Europea y eso que se decía anticapitalista.
Cuando él notó la presencia reiterada de ella a lo largo de los días, se reconocía en traje y corbata delante de su paso y no le podía aguantar su mirada desafiante e indignada.
Un día él sintió una falta y al día siguiente se armó de valor y le preguntó que qué había pasado ayer.
– Me pedí un día de asuntos propios – le contestó ella.
– ¿Y qué hiciste? – preguntó él-.
– Eso no es asunto tuyo, es un asunto propio.
Un día ella sintió una falta y al día siguiente le preguntó que qué había pasado ayer.
– Estamos jodiendo a la pequeña y mediana empresa y como abrimos los domingos libramos entre semana.
La acampada se levantó y ella dejó de ir por los aseos del Corte Inglés. Un par de días después, abriendo una maleta para enseñársela a una cliente él encontró en su interior un brick de zumo de naranja de dos litros en el que se veía escrito “Estoy que no meo por tí”.
Él decidió que iba a ir barrio a barrio buscándola por las asambleas.
En un descuido de sus compañeras de planta se metió un conjunto de braguita y sujetador (los hombres no sabemos calcular la talla de nuestras camisetas pero en las de los sujetadores contamos intervalos de confianza minúsculos) naranja en el paquete y al salir, bajó por primera vez en aquellos tres meses Preciados hasta Sol.
No sé los demás, pero los de Madrid soportan unas condiciones penosas, chacho.
Ayer domingo escribí unas líneas pensando en las médicos eventuales de Atención Primaria, porque aunque no cotizan el fin de semana los jóvenes residentes soñamos con ellas durante esos días hasta que vuelva el lunes.
Ayer domingo escribí unas líneas pensando en las médicos eventuales de Atención Primaria, en las embarazadas que llaman a la Gerencia en vez de acercarse por allí para pedir trabajo, porque si las ven con el bombo no hay nada que hacer.
Ayer domingo tuve que escribir esta historia porque si no me acontecieran estas pasiones tendría que pensar en los leucocitos y en las hemoglobinas glicosiladas y me tendría que cortar las venas.
http://www.sietediasmedicos.com/blogs/opinion/item/305-ayer-agosto.html