(Londres, 7 de mayo – EFE).- El metano que los dinosaurios herbívoros emitían a través de sus flatulencias pudo causar el calentamiento del planeta hace 150 millones de años, según concluye un estudio divulgado hoy en el Reino Unido.

La investigación, realizada por un grupo de científicos de universidades británicas y publicado en “Current Biology”, calcula que los dinosaurios gigantes herbívoros -saurópodos- podían emitir conjuntamente hasta 520 millones de toneladas anuales del gas con efecto invernadero.

Para hacer el cálculo, los expertos analizaron la proporción de metano emitida por los herbívoros actuales, como vacas y otro tipo de ganado, según su biomasa.

Después, trasladaron esa relación a los dinosaurios herbívoros del mesozoico, como el Brontosaurio o el Diplodocus, que medía 45 metros y pesaba más de 45 toneladas.

Se estima que en esa época prehistórica la temperatura del planeta era unos 10 grados superior a la actual.

Los autores del estudio creen que los dinosaurios, al igual que ocurre con las vacas, tenían en sus aparatos digestivos unas bacterias que les ayudaban a hacer la digestión y que generaban metano al fermentar las plantas.

“Un simple modelo matemático sugiere que los microbios que vivían en los dinosaurios saurópodos pudieron haber producido suficiente metano para tener un efecto importante en el clima del mesozoico”, afirma el director del estudio, Dave Wilkinson, de la universidad John Moores de Liverpool.

“De hecho, nuestros cálculos indican que estos dinosaurios pudieron producir más metano que todas las fuentes de metano actuales juntas, naturales o creadas por el hombre”, añadió.

Las actuales emisiones de metano se cifran en unos 500 millones de toneladas al año, frente a los 181 millones de toneladas que se calcula que se emitían antes de la era industrial, que empezó hace unos 150 años.

Tanto es así que los científicos recomiendan que el tema en cuestión, Weightless, no se escuche mientras se está al volante.
Según informa el Daily Telegraph, el trío Marconi Union, original de Manchester, se puso manos a la obra a trabajar con terapeutas especializados en música para crear una canción que ralentizara la respiración y redujera la actividad cerebral.
Weightless, la canción resultante, fue probada en un estudio con 40 mujeres, demostrando ser más relajante que temas de artistas como Enya, Mozart o Coldplay. Un 65 por ciento de las participantes declaró que la canción rebajaba sus niveles de ansiedad.
Lyz Cooper, fundador de la Academia Británica de Terapia Sonora, explica en el diario que la canción utiliza “principios musicales” que “individualmente” han demostrado tener “un efecto calmante”.
Combinando esos elementos como lo han hecho Marconi Union han creado la canción relajante perfecta. El estudio ha demostrado que es la canción más relajante del mundo“, añade el terapeuta.

Además, Cooper señala que la duración de la canción (8 minutos) es importante, pues se necesitan al menos “cinco minutos” para empezar a relajarse por completo, un proceso que denomina “incorporación”.
El espacio entre notas ha sido elegido para crear un sentimiento de euforia y confort y no se repite una melodía, lo que permite a tu cerebro desconectar completamente. Hay repiqueteos aleatorios, que ayuda a inducir una sensación de relajación mayor. El elemento final es los suaves zumbidos y murmullos, como cantos budistas“, concluye.

Weightless se sitúa, tras el estudio, la primera en una lista de diez canciones consideradas como las más relajantes: Airstream (Electra); DJ Shah (Mellomaniac Chill Out Mix); Enya (Watermark); Coldplay (Strawberry Swing); Barcelona (Please Dont Go); All Saints (Pure Shores); Adele (Someone Like You); Mozart (Canzonetta Sullaria); y Cafe Del Mar (We Can Fly).

Ahora que he cumplido las tres veintenas más 10, espero que me perdonen por pensar en mi vida pasada y en el modo en que nuestra comprensión del estado del Universo ha cambiado. También intentaré mirar hacia el futuro, más allá del horizonte actual. (…)

En 1950, el lugar de trabajo de mi padre pasó a estar en el extremo norte de Londres, así que mi familia se trasladó cerca de allí, a la ciudad catedralicia de St. Albans. Mis padres compraron una gran casa victoriana con algo de carácter pero St. Albans resultó ser un lugar un tanto aburrido y conservador comparado con Highgate. En Highgate, nuestra familia parecía bastante normal, pero en St. Albans creo que seguramente nos consideraban unos excéntricos.

Mi padre pensaba que no podíamos permitirnos un coche nuevo, de modo que compró un taxi de Londres de antes de la guerra y entre los dos construimos un barracón que servía de garaje. Los vecinos estaban indignados, pero no podían detenernos. Como la mayoría de los chicos, me sentía avergonzado por mis padres. Pero a ellos nunca les preocupó. Pienso que aprendí algo de ellos porque, en épocas posteriores de mi vida, a menudo he propuesto ideas que han indignado a mis compañeros.

Cuando inicialmente nos trasladamos a St. Albans, me enviaron a la Escuela Superior Femenina, que a pesar de su nombre, aceptaba a niños hasta los 10 años, pero más tarde fui a la Escuela St. Albans. Nunca estuve muy por encima de la media de la clase (era una clase muy inteligente). Mi aula estaba muy desordenada y mi caligrafía era la desesperación de mis profesores. Pero mis compañeros de clase me pusieron el apodo de Einstein, así que supongo que vieron indicios de algo mejor. Cuando tenía 12 años, uno de mis amigos apostó con otro una bolsa de caramelos a que yo nunca llegaría a nada. No sé si esta apuesta llegó a pagarse ni, en tal caso, en qué sentido se decidió. (…)

En octubre de 1962, cuando llegué a Cambridge, al DAMTP, el departamento de matemáticas aplicadas y física teórica, tenía 20 años. Había solicitado trabajar con Fred Hoyle, el astrónomo británico más famoso de la época. Digo astrónomo porque la cosmología apenas era reconocida entonces como una disciplina legítima. Sin embargo, Hoyle tenía ya suficientes alumnos, así que me llevé un gran chasco cuando me asignaron a Dennis Sciama, de quien no había oído hablar. Pero menos mal que no estudié con Hoyle, porque me habría visto arrastrado a defender su teoría del estado estacionario, una labor que habría sido más difícil que salvar el euro. (…)

Hace no mucho, escribí un nuevo libro, El gran diseño, con Leonard Mlodninov, para intentar abordar algunos problemas que quedaron sin resolver en Breve historia del tiempo. Vemos que las leyes de la ciencia describen cómo se comporta el Universo, pero para comprender el Universo del modo más profundo, también tenemos que comprender el porqué.
¿Por qué hay algo en lugar de nada?
¿Por qué existimos?
¿Por qué este conjunto concreto de leyes y no algún otro?
Creo que la respuesta a todas estas preguntas es la Teoría de Cuerdas. La Teoría de Cuerdas es la única teoría unificada que tiene todas las propiedades que pensamos que debería tener la teoría final. No es una teoría en el sentido habitual de la expresión, sino toda una familia de teorías diferentes, cada una de las cuales es una buena descripción de las observaciones solo en cierto rango de las situaciones físicas.

La Teoría de Cuerdas predice que se crearon una gran cantidad de universos de la nada. Estos universos múltiples pueden surgir de forma natural de las leyes físicas. Cada universo tiene muchas historias posibles y muchos estados posibles en épocas posteriores, es decir, en épocas como la actual, mucho después de su creación. La mayoría de estos estados serán bastante diferentes del Universo que observamos y bastante poco idóneos para la existencia de cualquier forma de vida. Solo unos pocos permitirían que existiesen criaturas como nosotros. Por consiguiente, nuestra presencia selecciona, de ese inmenso conjunto, únicamente aquellos universos que sean compatibles con nuestra existencia. Aunque somos raquíticos e insignificantes en la escala del cosmos, esto nos convierte, en cierto sentido, en señores de la creación.

Sigue habiendo esperanzas de que veamos la primera prueba de la Teoría de Cuerdas en el LHC, el acelerador de partículas situado en Ginebra. Desde el punto de vista de la Teoría de Cuerdas, solo estudia las energías bajas, pero podríamos tener suerte y ver una señal más débil de la teoría fundamental, como la supersimetría. Pienso que el descubrimiento de compañeras supersimétricas de las partículas conocidas revolucionaría nuestra comprensión del Universo. No siento lo mismo respecto al bosón de Higgs, razón por la que apuesto 100 dólares a que no lo encontrarán en el LHC. La física sería mucho más interesante si no lo encontrasen, pero ahora da la impresión de que podría perder otra apuesta. (…)

Los avances más recientes en la cosmología se han logrado a partir del espacio, donde hay visiones ininterrumpidas de nuestro inmenso y hermoso Universo. Pero también debemos seguir yendo al espacio por el futuro de la humanidad. No creo que sobrevivamos otros mil años sin escapar de nuestro frágil planeta. Por tanto, quiero fomentar el interés público por el espacio y yo mismo he estado entrenando por adelantado.
Así que permítanme terminar con una reflexión sobre el estado del Universo. Ha sido una época gloriosa en la que vivir e investigar en física teórica. Nuestra imagen del Universo ha cambiado muchísimo en los últimos 40 años y me siento feliz si he aportado mi granito de arena. El hecho de que nosotros, los humanos, que también somos meros conjuntos de partículas fundamentales de la naturaleza, hayamos sido capaces de acercarnos tanto a la comprensión de las leyes que nos gobiernan a nosotros mismos y nuestro Universo es un gran triunfo.

Quiero compartir mi emoción y entusiasmo por esta búsqueda. Así que acuérdense de mirar hacia las estrellas y no hacia sus pies. Intenten encontrarle un sentido a lo que ven y pregúntense por aquello que hace que exista el universo. Sean curiosos. Y por muy difícil que pueda parecerles la vida, siempre hay algo que pueden hacer y en lo que pueden tener éxito. Lo importante es que no se rindan.

Gracias por escucharme. STEPHEN HAWKING

La civilización maya se impuso en el Sureste de México y parte de los países centroamericanos durante casi 4.000 años. Los mayas levantaron ciudades imponentes, desarrollaron la astronomía y las ciencias, nos legaron una gran riqueza artística y crearon cientos de dialectos.
No es de extrañar que nos resulten extremadamente atractivos, en especial desde que una fantasiosa interpretación de su calendario se haya puesto este año de actualidad. Pero más allá de las leyendas sobre el fin del mundo, uno de los aspectos más intrigantes de esta cultura precolombina es cómo llegó a su propia decadencia. Las interpretaciones más clásicas señalan que un cambio climático produjo una sequía que acabó con los cultivos, lo que pudo haber provocado una migración por hambruna.
Muchos científicos están de acuerdo con que la falta de lluvias pudo haber castigado a este pueblo. Ahora, una nueva investigación publicada en la revista Science confirma este punto y explica con detalle qué es lo que ocurrió.
El estudio muestra reducciones modestas de las lluvias entre los tiempos en que la civilización maya clásica floreció y su colapso – entre los años 800 y 950-.
«Estas reducciones eran solo del 25 al 40% de las precipitaciones anuales, pero lo suficientemente grandes para que la disponibilidad de agua se redujera rápidamente. Los datos sugieren que la causa principal fue una disminución en la actividad de las tormentas de verano», explica Eelco Rohling, profesor de la Universidad de Southampton en Reino Unido.
El estudio combina los registros de pasados cambios climáticos de estalagmitas y lagos poco profundos. «Durante más de un siglo, los investigadores han relacionado la desaparición de la civilización maya clásica con el cambio climático, y sobre todo con la sequía. Pero no existían estimaciones de la severidad de esa situación de sequía», señala Martín Medina-Elizalde, del Centro de Investigación
Científica Yucatán en México. Algunos han sugerido escenarios extremos, pero la nueva investigación, que ha estudiado el balance entre evaporación y precipitaciones, cree que la falta de lluvia fue moderada.

La época de cultivos, arruinada

Pero, ¿cómo pudo acabar una modesta reducción de precipitaciones con la desintegración de una civilización bien establecida?
Rohling lo explica de esta forma: «El verano es la temporada principal para el cultivo y el reabastecimiento de los sistemas de almacenamiento de agua dulce de los mayas, y no hay ríos en las tierras bajas de Yucatán. Trastornos sociales y el abandono de las ciudades son las posibles consecuencias de una importante escasez de agua, sobre todo porque parece haber ocurrido una rápida sucesión de sequías durante varios años».
Los científicos creen que esta situación puede repetirse. «Lo que parece una pequeña reducción en la disponibilidad de agua puede dar lugar a importantes problemas de larga duración», dicen. «Este problema no es exclusivo de la Península de Yucatán, sino que se aplica a todas las regiones en entornos en los que la evaporación es alta.
Hoy en día, tenemos el beneficio de la conciencia, y debemos actuar en consecuencia».
2012 no sólo es el año internacional de las cooperativas y de la Energía Sostenible. En torno a los próximos meses corren desde hace tiempo gran variedad de creencias populares que van desde transformaciones espirituales hasta el apocalipsis, según diversas interpretaciones del calendario maya, que lo fecha el 21 de diciembre.
Precisamente la amenaza del fin de los tiempos produce en muchas personas una morbosa atracción. Decenas de películas y libros reflejan la fascinación por alguna suerte de Armagedón.
Un interés que ha sido abordado desde una nueva óptica a través de una página web dedicada a la Geografía Operativa, una rama de esta ciencia en la que no se trabaja con supuestos teóricos que no hayan demostrado su validez y utilidad.
«Como resultado de un análisis espacial multicriterio hemos conseguido delimitar las mejores zonas para sobrevivir», asegura la página web «GeografiaOperativa.com». En ella se recoge el caso práctico de España frente a una catástrofe a gran escala.
Lejos de las ciudades
Las denominadas «áreas-refugio» del mapa (de color azul) delimitan regiones alejadas de las áreas metropolitanas, grandes vías de comunicación, zonas turísticas costeras, infraestructuras críticas, etc. Espacios donde, según el análisis, «existen mayores probabilidades de supervivencia ante un amplio espectro de situaciones donde nuestra especie pudiera estar en peligro».
«Tengamos o no que echarnos al monte para sobrevivir a una gripe mortífera, una contaminación letal o un ataque zombi, el mapa que ofrecemos en esta página nos permitirá poner rumbo a lugares donde nuestras opciones de supervivencia aumenten. Son lugares donde podremos disfrutar de alimentos frescos, aire puro, agua clara y una noche cuajada de estrellas», propone el sitio web.

La aurora boreal es una maravilla digna de contemplar. Los observadores del cielo más experimentados dicen que es el espectáculo más grandioso que existe sobre la Tierra.

También podría ser el espectáculo más grandioso en la órbita terrestre. Muy alto, por encima de nuestro planeta, los astronautas que se encuentran a bordo de la Estación Espacial Internacional o EEI, por su sigla en idioma español (International Space Station o ISS, por su sigla en idioma inglés) han estado disfrutando desde sus ventanas una vista de cerca de las auroras mientras la EEI vuela a través de tormentas geomagnéticas.

“Nosotros podemos en verdad volar hacia el interior de las auroras”, dice Don Pettit, quien es uno de los testigos, y trabaja como ingeniero de vuelo para la Expedición 30 de la EEI. “Es como ser encogido y puesto en una señal de neón”.

Las auroras son provocadas por la actividad solar. Ráfagas de viento solar y eyecciones de masa coronal golpean el campo magnético de la Tierra, sacudiendo de este modo la capa magnética que protege a nuestro planeta. Esto causa una lluvia de partículas cargadas en los polos, las cuales iluminan la parte de la atmósfera en donde pegan. La física de este evento es parecida a lo que sucede dentro del tubo de una televisión a color.

Las partículas que llegan son guiadas por el campo magnético de la Tierra hacia un par de regiones con forma de rosquilla llamadas “óvalos aurorales”. Hay uno alrededor del Polo Norte y otro alrededor del Polo Sur. Algunas veces, cuando la actividad solar es alta, los óvalos se expanden y la estación espacial orbita justo a través de ellos.

“Las emisiones de color verde, por otro lado, tienden a quedarse debajo de la estación espacial”, dice. Se mueven como si fueran una “alfombra aterciopelada” viviente de luces. “Volamos justo por encima de ellas”.

Sorprendentemente, esto no resulta inquietante para Pettit. “No es desorientador ver auroras por abajo de nuestros pies”, dice. “Tal vez esto se debe a que he estado aquí arriba durante mucho tiempo”.

Lo que él sí encuentra desorientador son los meteoros.
“Ocasionalmente vemos un meteoro quemándose en la atmósfera abajo; y esto sí parece extraño. Uno debe buscar meteoros arriba, no abajo”.
A pesar de lo maravillosas que son estas vistas, Pettit ha observado mejores. Él fue el científico encargado en la EEI de la expedición 6, en el año 2003, cuando las auroras fueron aún más intensas de lo que fueron ahora.
“Pero esta expedición no ha concluido”, señala con esperanza.
De hecho, habrá más auroras. Después de estos recientes años de profunda tranquilidad, el Sol se está despertando de nuevo. Ahora, la actividad solar se está incrementando y se espera un máximo a principios de 2013.
Esto significa que el más grande espectáculo en la Tierra y en órbita terrestre está a punto de ser aún mejor. Manténgase pendiente para recibir más actualizaciones.

El lago de Atitlán es considerado uno de los lagos más hermosos del mundo. Se encuentra ubicado en el Departamento de Sololá, en la región Sur Occidental de Guatemala, a 144 kilómetros de la Ciudad Capital de Guatemala.

Una superficie de 130 km² y es el tercer lago más grande de Guatemala. Está situado en el distrito de Sololá en el area montanosa occidental de Guatemala.

El lago tiene aproximadamente 12 km de ancho y 10 km de largo y está a 1,560 m sobre el nivel del mar. Está rodeado de tres volcanes: Atitlán (3,537 m), Tolimán (3,158 m) y San Pedro (2,995 m) con forman un panorama impresionante alrededor del lago.

Ubicado en una caldera volcánica llamada “Los Chocoyos”, un crater que fue creado por la erupción del volcán más grande hace aprox. 85,000 anos. Por no tener salida, el nivel de agua se ha acumulado con los anos. Así el punto más profundo del lago está cerca de San Lucas Tolimán y tiene una profundidad máxima de 325 m.

La vegetación natural de la region consiste de bosques mixtos de pino y roble, bosques húmedos y secos de roble y coníferas. Se pueden encontrar 798 especies de plantas diferentes, de las cuales 61 especies son endémicas.

La riqueza de su biodivirsidad también incluye especies animals: 116 especies de reptiles y anfibios, de los cuales 12 son especies endémicas, como por ejemplo Mushroomtongue Salamander (Bolitoglossa franklini) y el escorpión (Abronia matudai).

Se pueden encontrar 236 especies de pájaros, de las cuales, 12 especies son endémicas: Chipe Cabeza Rosada (Ergaticus versicolor), Clarín jilguero (Myadestes occidentalis), el pájaro nacional de Guatemala Quetzal (Pharomachrus mocinno), Tucanete gorgiazul (Aulacorhynchus prasinus), Zambullidor de Atitlán (Podylimbus gigas), Tangarilla Alinegra (Tangara cabanisi) and Guan cornudo (Oreophasis derbianus).

Muchas especies migratorias de pájaros usan el Lago Atitlán como sitio para invernar: Zambullidor piquigrueso (Podylimbus podiceps), Pato Zambullidor Grande (Oxyura jamaicensis) y la Gallareta Americana (Fulica Americana).

La biodiversidad única de este lago también se refleja en sus mamíferos, 141 especies, de las cuales 7 son endémicas: Raton Ciervo de Guatemala (Peromyscus guatemalensis), Mono Arana de manos negras (Ateles geoffroyi) y el Oso hormiguero o Tamandua (Tamandua mexicana).

Muchas de las especies mencionadas aquí arriba están en la Lista Roja de especies endémicas de la Asociación Mundial para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

En la actualidad, tres grupos Mayas viven todavía en los alrededores del lago Atitlán: los K´iche´e viven en las regiones altas, los Kaqchikel en el Norte y Este; y los Tz´utujil en el Sur.

Las tradiciones antiguas se han preservado hasta hoy y existen en un sincretismo religioso junto con los rituals cristianos establecidos en la época de la colonización espanola.

A pesar de la riqueza en biodiversidad, paisaje y cultura, esta region es una de las más pobres en Guatemala. Para su subsistencia, la población depende del cultivo y del turismo, puesto que el lago Atitlán es el segundo lugar turístico más visitado de Guatemala

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La artesanía es la actividad commercial más importante además de la producción de alfarería y pinturas artísticas que también son vendidas a los turistas.

En un informe de gran trascendencia publicado en 2006 y que lleva su nombre, el británico Stern hizo ver el calentamiento global como algo más que una preocupación de los ministerios de medio ambiente y los ecologistas del planeta, sino como un problema económico, en el que deben pensar las empresas y los ministerios de finanzas.

Stern, que pasó a formar parte de la Cámara de los Lores en Londres por su labor, considera momentos de crisis también momentos de transformación.

‘Tenemos que comenzar una revolución industrial energética’, dijo en una entrevista en Puerto Ayora, la mayor ciudad de las Islas Galápagos, donde hoy participará en una conferencia sobre el tema.
‘Esa es la buena noticia, porque las revoluciones industriales están llenas de descubrimientos, creatividad, crecimiento e inversión’, añadió Stern, que opina que América Latina puede convertirse en una gran fuente de biocombustibles para el mundo.
Stern preconiza una recuperación económica mundial ‘baja en emisiones’ y por ello cree que Estados Unidos y la Unión Europea han cometido un ‘gran error’ al enfocarse solo en controlar los déficit y la deuda, lo que al final de cuentas tampoco han hecho muy bien, a su juicio.
En comparación, China impulsó en 2009 una reactivación basada en la ‘economía verde’, según Stern, quien opina que ‘el crecimiento con bajas emisiones de carbono es el único crecimiento viable del futuro’.
Stern reconoce que China contaba con unas finanzas mucho más boyantes que Europa o Estados Unidos antes de entrar en la crisis, lo que le dio mucho más margen de maniobra.
En cambio, en su afán por sanear las cuentas públicas países como España, Francia, Reino Unido y Alemania han anunciado reducciones en algunos subsidios a las energías ‘limpias’, unas medidas que Stern calificó como ‘inmaduras’ y como ‘cambios mal concebidos’.
Él cree que invertir en esas industrias es un negocio seguro, porque la mitigación del cambio climático es ineludible.
Seis años después de que liderara el grupo de expertos que elaboró el estudio conocido como ‘Stern’ por su apellido, que fue encargado por el Gobierno británico, la situación del planeta es peor que lo que ellos anticiparon.
El deshielo en el Ártico es más rápido que lo previsto y por ende también la subida del nivel de los océanos, por ejemplo.
Los efectos en cadena del calentamiento global quedan patentes en las Islas Galápagos, donde se anticipan más lluvias, lo que significa una ventaja para plantas y animales ‘invasivos’, y nuevos peligros para las especies ‘endémicas’, es decir, que solo existen allí, como varias especies de tortugas gigantes e iguanas.
En el sur de Europa el cambio climático trae la desertización, mientras que el bosque amazónico podría ‘colapsar’, según Stern.
En su informe calculó que el costo de estabilizar el volumen de gases que generan el efecto invernadero sería del 1% del Producto Interno Bruto (pib) mundial al año. Ahora cree que ha subido al 2%, debido en parte a la falta de acción desde 2006.
‘Nos acusaron de ser alarmistas, pero a mi juicio subestimamos los riesgos’, dijo Stern, quien mencionó que la capacidad de absorción de dióxido de carbono del planeta es menor de lo calculado y la contaminación sigue subiendo.
En 2010 las emisiones se incrementaron un 5%, pese a la crisis mundial, debido en gran medida al alto crecimiento en países emergentes como China, India y Brasil.
El informe calculaba que si el ser humano no hacía nada para frenar el calentamiento global, la economía mundial iba a perder entre el 5 y el 20 % del pib.
En medio de este panorama atemorizador también hay señales esperanzadoras, en opinión de Stern.
La tecnología ha avanzado en los últimos seis años más rápidamente que lo pronosticado y, por ejemplo, el costo de producción de la energía solar y eólica ha caído de forma exponencial, según apuntó.
‘No hay que escoger entre el desarrollo de la riqueza humana y el medio ambiente. Tenemos que encontrar una manera de tener ambos’, remarcó Stern.
Londres, 2 may (EFE).- El cambio climático provoca un adelanto mayor del previsto en los ciclos vitales de las plantas como la floración, que se produce ahora días antes que hace 30 años, según un estudio publicado hoy en la revista científica “Nature”.

Las plantas están adelantando sus ciclos vitales para adaptarse al incremento global de las temperaturas pero la metodología de las investigaciones utilizada hasta ahora había subestimado la magnitud de estos cambios, según un equipo científico de la Universidad de California (EEUU), liderado por la bióloga Elizabeth M. Wolkovich.

Wolkovich analizó la fenología -relación entre los factores climáticos y los ciclos de las plantas- de 1.634 especies vegetales de cuatro continentes, mediante una combinación de observaciones a largo plazo, experimentos a pequeña escala y la recopilación de los resultados de 50 estudios previos.

Los ciclos de las plantas son determinantes para el resto del medio ambiente y afectan, por ejemplo, a la actividad de los insectos polinizadores, los ciclos nutritivos de la tierra o el régimen de lluvias. Su estudio ha cobrado más importancia en los últimos veinte años.

En las observaciones a largo plazo, las plantas adelantaban su floración una media de entre cinco y seis días por cada grado centígrado que se incrementaba la temperatura, lo que sucedía en distintos hábitats y especies, explicó la investigadora a Efe.

“En los sistemas de clima templado, la mayoría de las especies adelantaban la aparición de sus hojas y su floración en respuesta al calentamiento, algunas lo retrasaban y unas pocas permanecían sin cambios”, afirmó Wolkovich.

Según su investigación, las especies que más tienden a cambiar sus ciclos son las plantas que germinan y sucumben en un mismo año y las que florecen al comienzo de la primavera, mientras que las perennes y las de floración más tardía son más resistentes.

En los últimos veinte años, el método más frecuente para estudiar la reacción de las plantas al incremento de las temperaturas consistía en experimentos a corto plazo en los que se sometía a distintas especies a un calentamiento artificial y se extrapolaba su reacción al largo plazo.

Los resultados indicaban que las plantas adelantaban sus ciclos entre 1,9 y 3,3 días por cada grado centígrado que subía la temperatura.

Sin embargo, según Wolkovich, estos experimentos subestimaban la respuesta de las plantas al cambio climático y no tenían en cuenta factores medioambientales que afectan a sus ciclos, como la fecha en la que comienzan a derretirse las nieves.

Por ello, esta bióloga considera necesario mejorar la metodología y llevar a cabo más observaciones a largo plazo.

“Entender cómo el cambio climático altera los ciclos de vida de las plantas nos permitirá predecir de forma más precisa el impacto de esos cambios sobre los ecosistemas y la disponibilidad de algunos recursos naturales vitales para el ser humano”, subrayó Wolkovich.

Foto: Christopher Kopp/ EFE

La imagen no deja lugar a dudas: se trata del poder de la naturaleza ante el cual estamos indefensos. Miren como eleva el camión este tornado tremendo.

Esto sucedió en Estados Unidos, hace unos meses atrás.