El descubrimiento, sin duda, tira por la borda todas las teorías apocalípticas apoyadas en las profecías Mayas.
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Y que es arqueólogos americanos descubrieron la más antigua de las representaciones del calendario maya, en una de las paredes del monumento de Xultún , en Guatemala, donde todo indica que las cosas seguirán siendo iguales al menos por 7000 años.

Los antiguos mayas predijeron que el mundo seguiría, que, dentro de 7.000 años, las cosas serían iguales”, explica el arqueólogo William Saturno, de la Universidad de Boston y autor del hallazgo, publicado en la revista Science y en National Geographic.

Lo que encontraron demostraría que el mundo no se acaba el 21 de diciembre de 2012, según las versiones de las profecías mayas, y se extiende el calendario. Algo que ya había mencionado precedentemente en otro artículo al respecto.

O en palabras de Anthony Aveni, coautor del trabajo y profesor de astronomía y antropología de la Universidad de Colgate:

Es como el cuentakilómetros de un coche, con el calendario maya rodando desde los 120.000 hacia los 130.000. Según los números dan la vuelta, el coche se acerca cada vez más al depósito de chatarra; la cuenta de los mayas simplemente empieza de nuevo”.

Fuente: SJarre

La civilización maya se impuso en el Sureste de México y parte de los países centroamericanos durante casi 4.000 años. Los mayas levantaron ciudades imponentes, desarrollaron la astronomía y las ciencias, nos legaron una gran riqueza artística y crearon cientos de dialectos.
No es de extrañar que nos resulten extremadamente atractivos, en especial desde que una fantasiosa interpretación de su calendario se haya puesto este año de actualidad. Pero más allá de las leyendas sobre el fin del mundo, uno de los aspectos más intrigantes de esta cultura precolombina es cómo llegó a su propia decadencia. Las interpretaciones más clásicas señalan que un cambio climático produjo una sequía que acabó con los cultivos, lo que pudo haber provocado una migración por hambruna.
Muchos científicos están de acuerdo con que la falta de lluvias pudo haber castigado a este pueblo. Ahora, una nueva investigación publicada en la revista Science confirma este punto y explica con detalle qué es lo que ocurrió.
El estudio muestra reducciones modestas de las lluvias entre los tiempos en que la civilización maya clásica floreció y su colapso – entre los años 800 y 950-.
«Estas reducciones eran solo del 25 al 40% de las precipitaciones anuales, pero lo suficientemente grandes para que la disponibilidad de agua se redujera rápidamente. Los datos sugieren que la causa principal fue una disminución en la actividad de las tormentas de verano», explica Eelco Rohling, profesor de la Universidad de Southampton en Reino Unido.
El estudio combina los registros de pasados cambios climáticos de estalagmitas y lagos poco profundos. «Durante más de un siglo, los investigadores han relacionado la desaparición de la civilización maya clásica con el cambio climático, y sobre todo con la sequía. Pero no existían estimaciones de la severidad de esa situación de sequía», señala Martín Medina-Elizalde, del Centro de Investigación
Científica Yucatán en México. Algunos han sugerido escenarios extremos, pero la nueva investigación, que ha estudiado el balance entre evaporación y precipitaciones, cree que la falta de lluvia fue moderada.

La época de cultivos, arruinada

Pero, ¿cómo pudo acabar una modesta reducción de precipitaciones con la desintegración de una civilización bien establecida?
Rohling lo explica de esta forma: «El verano es la temporada principal para el cultivo y el reabastecimiento de los sistemas de almacenamiento de agua dulce de los mayas, y no hay ríos en las tierras bajas de Yucatán. Trastornos sociales y el abandono de las ciudades son las posibles consecuencias de una importante escasez de agua, sobre todo porque parece haber ocurrido una rápida sucesión de sequías durante varios años».
Los científicos creen que esta situación puede repetirse. «Lo que parece una pequeña reducción en la disponibilidad de agua puede dar lugar a importantes problemas de larga duración», dicen. «Este problema no es exclusivo de la Península de Yucatán, sino que se aplica a todas las regiones en entornos en los que la evaporación es alta.
Hoy en día, tenemos el beneficio de la conciencia, y debemos actuar en consecuencia».
Este es el famoso Códice donde se relata el fin del mundo. En él se aprecia un cocodrilo celestial derramando por su boca el agua que anegará la tierra.

El Códice de Dresde se encuentra en Alemania. Y es probablemente el más importante de los códices mayas.

Para muchos estudiosos, la relación de este Códice con los eventos del 2012, relacionados con una Era de Hielo, son más que evidentes. Kenabis era un convencido de ello.

¿Y tú qué piensas?